Un día volvió de la Milonga Tsunami y descubrió que le faltaba algo...
duros fueron los días subsiguientes en que esta Modosita buscó y buscó en cada rincón aquello que había perdido...
Finalmente, su corazón estalló de alegría cuando llegó el Irreverente Príncipe Azul con el zapatito faltante.
Bailaron una milonga, pá festejar. Y colorín colorado...
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